ISBN: 978-9942-36-373-2
Susana Llivisaca1, Patricia Manzano1,2, Jenny Ruales3, José Flores1,2, Joffre Mendoza1 ,Esther Peralta1, Juan M. Cevallos-Cevallos1,2
1 Centro de Investigaciones Biotecnológicas del Ecuador (CIBE), Escuela Superior Politécnica del Litoral (ESPOL), Guayaquil, Ecuador
2 Facultad Ciencias de la Vida (FCV), Escuela Superior Politécnica del Litoral (ESPOL), Guayaquil, Ecuador
3 Departamento de Ciencia de Alimentos y Biotecnología (DECAB), Escuela Politécnica Nacional (EPN), Quito, Ecuador
jmceva@espol.edu.ec
El Vaccinium floribundum o mortiño, es un arbusto silvestre autóctono de Ecuador y Colombia. Posee una fruta de agradable sabor. En Ecuador sus bayas se utilizan para la preparación de la colada morada como parte de la celebración del Día de los Difuntos. En general, el mortiño es un tipo de arándano, conocido mundialmente como “superfruto” por la importancia que tienen sus componentes sobre la salud humana, incluyendo las grandes cantidades de vitamina C que posee.
Figura 1. La investigadora Susana Llivisaca junto con plantas silvestres de mortiño. Estudios además refieren una importante actividad antimicrobiana del mortiño al actuar contra bacterias causantes de enfermedades y eliminándolas. El mortiño también posee componentes que retardan el proceso de envejecimiento celular. Estas moléculas son los polifenoles, cuyas propiedades antioxidantes justifican muchos de los efectos beneficiosos del fruto. A pesar de tener propiedades alimenticias y medicinales, no se ha fomentado el cultivo del mortiño en Ecuador, y los frutos que se venden en los mercados locales se obtienen de plantas silvestres, las mismas que lastimosamente podrían estar enfermas o simplemente son de baja productividad. Por lo tanto, es de mucha importancia el cultivo en el laboratorio para garantizar plantas sanas y de alta producción de frutos. Es importante señalar que, desde hace más de una década se ha tratado de obtener una metodología para establecer la producción a nivel de laboratorio de esta planta ecuatoriana, con resultados poco favorables. Además, se conoce muy poco sobre las características genéticas de esta planta y los beneficios de sus hojas y frutos.
En un estudio reciente, los investigadores del Centro de Investigaciones Biotecnológica del Ecuador (CIBE) pertenecientes a la Escuela Superior Politécnica del Litoral (ESPOL) caracterizaron los beneficios de las hojas y frutos del mortiño y desarrollaron un método de propagación de plantas a nivel de laboratorio con estrategias de desinfección y medios de multiplicación con diferentes hormonas vegetales.
Los resultados del estudio fueron prometedores: Se determinó que los frutos del mortiño poseen una alta cantidad de polifenoles y antocianinas con una elevada capacidad antioxidante. Los niveles encontrados de estos compuestos son comparables a los reportados en los conocidos “superfrutos” como los arándanos.
Además, el estudio reporta que los extractos de fruta y hoja de mortiño frenaron el desarrollo de bacterias causantes de enfermedades graves como la salmonelosis, en algunos casos de forma más eficiente que los otros superfrutos, e incluso de mejor acción que conocidos antibióticos como la ampicilina.
El estudio también identificó genéticamente a la especie autóctona mortiño, como V. Floribundum, donde se observó variabilidad a nivel molecular, estas secuencias fueron reportadas en bases de datos internacionales como la del NCBI que es un centro de información biotecnológica utilizada mundialmente para la identificación de organismos, estas secuencias se las encuentra en dicha base de datos bajo los códigos de accesión KP973417.1, KP973415.1, KP973418.1, KP973416.1 y KP973414.1. Respecto a la multiplicación de la planta en laboratorio, la metodología desarrollada logró una desinfección del 100 % de pequeñas estacas de plantas con el uso del desinfectante dióxido de cloro y de un fungicida conocido con el nombre carbendazím en un medio de cultivo semisólido. También se consiguió crear una técnica adecuada para las etapas de micropropagación o multiplicación usando las hormonas ácido indol acético (AIA) y 6-bencilaminopurina (BAP) a 10 µmol de concentración.
Figura 2. Brotes de 5 semanas de mortiño en medio WPM modificado. Esta investigación, financiada por la Fundación Internacional para la Ciencia (IFS por sus siglas en inglés), servirá de base para estudios posteriores de producción de plantas sanas en el cultivo de esta especie con potencial de uso para la industria alimenticia y farmacéutica y la puede encontrar descritos en el artículo titulado Chemical, antimicrobial, and molecular characterization of mortiño (Vaccinium floribundum Kunth) fruits and leaves en la revista Food Science & Nutrition, 6(4), p.934–942. https://doi.org/10.1002/fsn3.638.